martes, 8 de diciembre de 2020

Los antecedentes de los Derechos Humanos

 

Introducción:

Las ideas de la Declaración de los Derechos humanos que se desarrollaron durante el periodo de la ilustración y que después fueron plasmadas en la Constitución francesa de 179,  implicaron la pérdida de la facultad de decisión del rey y otorgaba poderes a la Asamblea que antes le correspondían al monarca, la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano además proclamaba libertad individual, de palabra, de expresión y de pensamiento, de propiedad y el de resistirse a la opresión, este acto significó el establecimiento jurídico para las principales ideas libertarias y que ha servido de inspiración a la redacción de diversas declaraciones modernas de derechos y así como de muchas constituciones nacionales incluyendo la mexicana, analicemos el antecedente histórico de cuatro artículos de la Declaración de los Derechos Humanos.




Antecedentes Históricos Cuatro Artículos de los Derechos Humanos

Artículo 4.

“Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.”  (Unidas, 1948)

Antecedentes:

Biblia: Toráh 1500 a.C.

La Biblia contiene muchas referencias sobre la esclavitud, y estipula que las personas qudaban en condición de servidumbre al venderse así mismas solamente por causa de endeudamiento o pobreza extrema, y debían ser liberadas en el séptimo año (Levítico 25:47-52), el texto bíblico además porhibe la esclavitud opresiva y la venta de personas, lo que se castigaba con la muerte (Éxodo 21:16). “El que secuestre a una persona, ya sea que la venda o sea hallada en su poder, ciertamente morirá.”  (Moisés, 1500 a.C.)

Cilindro Cuneiforme 539 a.C:

En el año 539 a.C. el Rey Ciro de Persia, también conocido como Ciro el Grande quien había conquistado babilonia sentó un precedente al liberar a los esclavos y declarar que todas las personas tenían derecho a escoger su religión.

Los decretos de este rey fueron grabados en un cilindro de barro en la escritura cuneiforme, este cilindro que es acreditado como el Cilindro de Ciro es reconocido “como el primer documento de los derechos humanos en el mundo. Está traducido en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas y sus disposiciones son análogas a los primeros cuatro artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.”  (Derechos, 2008)





Artículo 5.

“Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.”  (Unidas, 1948)

Antecedentes:

Acta Habeas corpus (1679)

Esta acta hace referencia a los derechos que tienen los prisioneros y los arrestados, esta acta que fue redactada por los miembros del Parlamento durante el reinado de Carlos II, establece que es necesario dar un trato justo a aquellos que son privados de la libertad, dando  una serie de mandatos y reglas a la hora de un encarcelamiento.



Artículo 17

“ La propiedad es un derecho inviolable y sagrado, nadie debe ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública legalmente constatada, lo exige de forma evidente, y acondición de una justa y previa indemnización.”  (Unidas, 1948)

Antecedente:

Carta Magna (1215)

Después de que el Rey Juan de Inglaterra violara leyes con las que se había gobernado Inglaterra, le obligaron a firmar la Carta Magna, que entre otras cosas estableció el erecho a las viudas a poseer y heredar propiedades, esta carta es considerada un punto crucial en la historia en la lucha por el derecho a la propiedad y a las libertades.





Petición de Derechos (1628)

En el tiempo del Rey Eduardo I, se promulgó la petición de derechos en la que se establece: "... de aquí en adelante nadie sera obligado a entregar prestamos al Rey contra su voluntad, cuando tales prestamos sean irrazonables o contrarios al derecho de la tierra;..."  (UNAM, 2015)

Artículo 18.

“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”  (Unidas, 1948)

Antecedentes:

La constitución de los Estados Unidos de América (1778)

La protección de la libertad religiosa, que fue una de las razones de la migración de puritanos a los que se constituyó como las 13 colonias de América, se estableció en la primera enmienda que tiene dos referencias a la religión: “la cláusula de establecimiento y la cláusula de libre ejercicio”, que prohíbe que las leyes establezcan una religión y la prohibición de leyes que imposibiliten el libre ejercicio de ella  (Cristobal, 1996)

Las primeras diez enmiendas entraron en vigor en 1791 y protegieron los derechos de expresión, libertad religiosa y la portación de armas.





Conclusión

La idea de los derechos humanos puede ser rastreada a Mesopotamia, Grecia, y Roma antigua, los hombres siguen leyes naurales, que ha tomado milenio establecer sin que sean pisoteadas por los poderosos. Los derechos humanos de manera indirecta han estado presentes en todas las etapas de la historia humana, en la religión, la filosofía, en los gobiernos, en las leyes de la antigüedad, sin embargo fue en el periodo de la ilustración en la que algunos conceptos se desarrollaron para su implementación, en los sistemas políticos y económicos que trajeron grandes cambios a la edad moderna.

La adquisición de derechos reconocidos primero por los reyes y consagrados en Mandamientos, Cartas Magnas, Constituciones o Declaraciones de Derechos Universales que establecen que todos los hombres han sido creados iguales y que estos derechos son naturales no ha sido un proceso fácil para la humanidad, guerras, corrupción y pugnas por el poder siempre estarán en peligro de extinción, sino luchamos por preservarlos.

 

Bibliografía

Cristobal, R. S. (1996). Constitución, Enseñanza y Religión en los Estados Unidos de América. Revista Española de Derecho Constituciona, 273-295.

Derechos, U. p. (2008). Unidos por los Derechos Humanos. Recuperado el 7 de Diciembre de 2020, de Los antecedentes de los derechos humanos: https://www.unidosporlosderechoshumanos.mx/course/lesson/background-of-human-rights/the-background-of-human-rights.html

Moisés. (1500 a.C.). Biblia. En Moisés, Torah. Lockman Foundations.

UNAM. (29 de Octubre de 2015). Jurídicas UNAM. Recuperado el 2020 de Diciembre de 5, de Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2698/18.pdf

Unidas, O. N. (10 de Diciembre de 1948). Un.org. Recuperado el 2020 de Diciembre de 6, de La declaración Universal de Derechos humanos: https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

 

 


lunes, 23 de noviembre de 2020

La vida de la clase alta en la segunda mitad del siglo XIX

 Existe un forma interesante de reflexionar sobre la historia, y es a través de la narración histórica, hay muchos detalles que podemos descubrir como el vestuario, las costumbres, los valores, la comida y los detalles de la vida cotidiana cuando nos sumergimos en una historia ficticia pero que cuida el ambiente histórico con presición.

Te invito a leer este cuento y a imaginarte la vida de esta familia de la clase alta, a dos años de la presidencia de Porfirio Díaz.



Coronel

por Catalina Gómez Fonseca

Domingo por la mañana

La historia comienza en la vida de una familia noble, de México en 1886…

E

ra domingo por la mañana, y el ritual comenzaba, nana Josefa una estricta, pero muy amorosa mestiza con largas trenzas y voz de mando, llegaba a mi habitación, separaba las cortinas y sin decir nada, abría mi baúl y sacaba mi vestido de domingo, lo colocaba sobre la silla junto a mis  tocados y con él, mis guantes, las zapatillas de punta, escogía listones y preparaba mi corsé, era el primer año que lo usaba, ya había sido presentada en sociedad, así que se esperaba que luciera como una dama.

A veces para que mi vestido blanco luciera diferente buscaba entre mis sedas una que se distinguiera. De la cocina llegaba el aroma del café molido y del pan recién horneado, mi madre había contratado a una cocinera que sabía hacer pan al estilo francés, que mi padre declaraba era lo mejor que había dejado Maximiliano. 

Entonces sabía que era inevitable, había que levantarse, tenía mucha hambre y era preferible ir a misa con el estómago lleno, así que con muy poco entusiasmo, con la meta de llegar por el pan y la mantequilla, dejaba la cama y comenzaba a colocar cada capa de tela que mi cuerpo llevaría el resto del día.

Josefa no tenía piedad con el corsé que apretaba hasta la última agujeta, luego tomaba el cepillo y peinaba mi cabello, adoraba esa parte de la liturgia dominguera, porque nunca me peinaba igual, soltaba mis horquillas y lograba hacer que mi larga cabellera terminara en una elegante cascada, adornada con listones de colores.

 Todos se apresuraban, se escuchaban los caballos que relinchaban, mientras les colocaban los arneses para disponer el carruaje. Sin temor a manchar mi vestido atravesé corriendo el patio hasta la cocina, quería ver lo que había para almorzar, el olor era maravilloso, Encarnación que había trabajado en casa de aristócratas franceses había preparado el platillo favorito de papá, ¡crepas de huitlacoche!, me escabullí entre la servidumbre y estiré la mano para tomar una,  cuando sentí la cuchara y la mirada desafiante de Inés, -Señorita Marina, todavía no están en la mesa-, para después sonreírme y acercarme la canasta, - vaya a la mesa señorita Marina, su padre ya está esperándole, pero termine esto antes de llegar a saludarlo-. Con una sonrisa y la boca llena corrí al comedor.

Mi padre el coronel

M

i padre era un hombre muy especial, había nacido en una familia de clase noble, criollo y militar retirado, un hombre valiente a quien llamaban “coronel”,  dependiente de un bastón que usaba con elegancia por una herida que sufrió al caerse del caballo, su mundo giraba alrededor de libros y reuniones en el Jockey Club, que eran un misterio para mí, hombres que pasaban las tardes hablando de política,  discutiendo a Voltaire y a Moliere, fumando pipas, e intentando pacificar a liberales y conservadores que usualmente no perdían ocasión para levantar la voz.

Mi madre llamó a la mesa, ayudé a mi hermano Efraín a sentarse correctamente, no quería que hoy le llamaran la atención, deseaba que llegaramos a misa de las doce sin incidentes, coloqué su servilleta sobre su regazo y le hice una seña para que bajara los codos de la mesa, mamá era muy estricta con los modales en la mesa, decía que “la gente decente tenía libros en la cabeza, música en las manos y modales delicados en la mesa”. 

Papá hojeaba “La Crónica” el único periódico que se permitía leer en la casa, y mientras disfrutábamos del almuerzo, escuchamos a papá suspirar, y luego declarar con melancolía: “a las elecciones les faltan integridad”, -de eso siempre se quejan los diputados que no han salido-, mamá lo conocía bien, y con franca discreción quiso cambiar la conversación, -¿Has visto cómo han iluminado los edificios? ¡Están bellísimos! Parece un paseo veneciano en día de gala.

Entonces Efraín que parece que nunca atiende nada, pero en realidad todo lo piensa, lo mira con curiosidad y siempre quiere saberlo todo, le pregunta a papá: -¿Por qué se adornan las casas el 14 de julio?- Mi padre sin dudar, cierra el periódico y le explica a mi hermano de 8 años, -porque se celebra el triunfo de la libertad niño precoz, o como dicen los franceses “Ienfant terrible”- Efraín entonces añade ¿Y qué es la libertad? Mi padre que nunca despreciaba una pregunta,  bebió un sorbo de su café, cruzó la pierna y de forma muy seria le explicó, -es el abatimiento de los tiranos-  mi hermano lo miró detenidamente, y volvió a preguntar: -¿Y quiénes son los tiranos? – Mi padre sabiendo que debía cerrar el cuestionario con una respuesta definitiva, se inclinó hacia mi pequeño hermano y le dijo mirándolo a los ojos: - los que niegan la legítima satisfacción de dejar hacer a cada uno su voluntad-.

Efraín se quedó pensativo, y guardó silencio por un momento, mi padre satisfecho por su respuesta volvió a su periódico, entonces mi pequeño e ingenuo hermano replicó –¡Papá! entonces usted es un tirano, porque nunca nos deja a Marina y a mí hacer lo que queremos-.

Mamá y yo contuvimos la respiración, tragué el pedazo de pan con mantequilla y sentí como se deslizaba por mi garganta, cuando escuchamos aliviadas la carcajada de papá, entonces respiramos otra vez y reímos con él, el niño precoz, había hecho sonreír a papá, porque en el fondo el coronel sabía que tenía razón.

Papá pidió el carruaje y todos nos dispusimos a subir, la puerta de cada carruaje estaba adornada con el escudo heráldico de la familia, yo los  miraba con atención, porque así podía saber quienes llegaban a misa, algunos carruajes llevaban dos mozos, a algunas familias les gustaba que uno guiara los caballos y otro extendiera la mano a sus ocupantes.

Llegamos a la iglesia y como era costumbre una fila de “léperos” estaban sentados en las banquetas y observaban entretenidos como descendíamos de los carruajes, el pueblo tiene sus propias diversiones, y una de ellas era mirar a la gente rica y sus vestidos de bengalina. Mamá nos obligaba a sentarnos muy adelante para forzarnos a no distraernos, yo sabía que al final nos preguntaría sobre la lectura en latín del pasaje de las Escrituras del día, y el latín no es lo que prefiero aprender, así que no podía distraerme con los jóvenes que pasaban a mi lado, lanzando miradas pretendiendo hacerme sonrojar.  De vez en cuando echaba un vistazo a las plumas y a los sombreros, a los militares uniformados, a los mestizos y a la gente común, que por un momento, ese día de la semana todos juntos, podíamos  compartir la hostia y la fe en el Cristo de la cruz, sin importar la cuna de donde procedíamos.

El día de los valientes

E

se día no terminaría como de costumbre, camino a casa, una ola de humo inundó el carruaje, papá se asomó por la ventana y miró el taller de encuadernación en llamas, papá conocía bien el lugar y a su dueño, allí encargaba sus libros de cuentas, sin pensarlo le gritó al cochero -¡José, detente!- impetuosamente el chofer obedeció y jaló las riendas, nos sacudimos dentro de la carreta hasta que se detuvo. Papá abrió la puerta, dio un saltó y cojeando corrió hacia el local  que humeaba, Don Lupe y su esposa estaban afuera, tosiendo y con los ojos llorosos, papá lo miró y les preguntó si estaban bien, y doña Elia le respondió –nuestro hijo, Alfonso no ha salido, quiso salvar la caja de ahorros- 

El coronel, sin titubear caminó hacia el taller, mamá le gritó sin obtener respuesta, después de unos minutos que parecieron una eternidad, mi padre el valiente coronel sacaba en brazos a Alfonso un joven de 14 años con el cofre de ahorros de su padre en las manos.

Nunca olvidaré esa escena, un militar condecorado, dispuesto a dar la vida por un joven desconocido, y ese joven dispuesto a dar la vida para salvar los ahorros de su familia.

Los médicos dijeron que Alfonso no volvería a caminar por las heridas, por varios meses acompañé a papá al hospital, luego empecé a ir por mi cuenta, le leía libros y nos hicimos amigos.

Mi padre desarrolló una estrecha relación con don Lupe y su familia, y el acto heroico de su hijo Alfonso, le movió a ayudarlo, pagó sus gastos médicos y le dio el mejor regalo que un hombre puede recibir: Educación.

Alfonso se graduó como abogado y visitaba a papá todos los viernes, agradecido por la ayuda que recibió le llevaba libros y tabaco, y pasaban largas horas hablando de historia, de arte y política.

Diez años después de ese desafortunado accidente estoy atravesando el pasillo con papá, hace 10 años él sacó a un niño de 14 años de su casa engullida por el fuego. Los médicos dijeron que nunca volvería a caminar. Hoy miro a ese joven que desafió todos los obstáculos, se escabulló en la alta sociedad y lo observo sonriendo, de pie, en el altar, esperando pacientemente colocar un anillo en mi dedo.


 Bibliografía

Mexicana Repositorio del Patrimonio Cultural de México. (2020). Recuperado el 14 de 11 de 2020, de Moda en México a finales del siglo XIX: https://mexicana.cultura.gob.mx/es/repositorio/x2acnp2f9p-6

Beauty, F. (13 de 12 de 2019). Peinados al estilo siglo XIX. Obtenido de https://foras-beauty.ru/es/zdorove/pricheski-v-stile-xix-veka-idei-i-sovety-po-oformleniyu-kak/

Bowman, P. B. (2017). Los nombres de pila en México desde 1540 hasta 1950. Recuperado el 20 de Noviembre de 2020, de file:///C:/Users/Servidor/Downloads/437-Texto%20del%20art%C3%ADculo-437-2-10-20170321.pdf

Canovas, A. C. (1985). Historia social y económica de México 1521 1854. México: Trillas.

Caravelle. (1998). Burguesía Mexicana y Delicias Culinarias a finales del Siglo XIX. Toulouse: Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien.

Krauze, E. (1987). Místico de la autoridad: Porfirio Díaz. México: Biografía del poder: Fondo de Cultura Económica.

Mendoza, M. T. (3 de Julio de 2015). El Claustro. Recuperado el 15 de Noviembre de 2020, de Un sueño, un imperio. La cocina durante la estancia de Maximiliano y Carlota en México: www.claustronomia.mx

Pablo Escalante Gonzalbo, Bernardo García Martínes, Luis jáuregui. (2004). Nueva historia mínima de México. México: El Colegio de México.

Rabiela, H. D. (1985). El empleo en la ciudad de México a fines del siglo XIX. Secuencia, 37-48.

Romanticismo, M. d. (2020). La moda femenina durante el siglo XIX. Madrid: Gobierno España.

Toscano, V. Z. (2016). El destino de la nobleza Novohispana en el siglo XIX. Scielo, 1789-1815.

Valdez, R. g. (17 de 07 de 1886). Crónica Mexicana. La Crónica, pág. 2.


domingo, 7 de junio de 2020

200 años de Independencia y las DEUDAS que no se terminan...


➤Historias de la historia 

por Catalina Gómez Fonseca
7 de junio 2020

Mientras los sueños imperialistas de España terminaban con la independencia de las colonias en América, mientras terminaba el viejo régimen de la corona, la realidad económica del país naciente que estrenaba nombre, bandera y gobierno autónomo, mientras todo esto sucedía, el México que nacía a esta nueva vida emancipada, tenía que aceptar las deudas contraídas por el gobierno español y con ingresos menores a los necesarios para cubrir los gastos de la administración pública.

Lo sé, estoy contándoles la historia del periódico de esta semana, parece que los gobiernos entrantes llenos de ilusión tienen que asumir esta realidad, la ironía es que a pesar de la riqueza abundante de nuestro país que gozaba a principio de siglo XIX y que goza abundantemente en pleno siglo XXI, igual que hace 200 años, el gobierno mexicano tuvo que enfrentar esta realidad, y cito textualmente de la Historia Social y Económica de México: “en la memoria de Hacienda del 12 de noviembre de 1823 redactada por Francisco Arriaga, el país debía $32,475,198.16, en la que incluía la deuda anterior a 1810 la contraída durante la guerra de emancipación.”  (Cánovas, 1961)



Y entonces faltaban recursos para atender necesidades públicas, porque salía una cantidad brutal de recursos para pagar premios y recompensas que se les había prometido, a los que habían participado en la lucha por la independencia, además de los gastos que reclamaba el ejército.

Y la siguiente parte de la historia no la vas a creer, porque lo lógico cuando tienes una deuda que pagar por las razones que sean, digamos que te gastaste la luz de tu casa por dos meses, y ya la debes, es una deuda normal, o digamos que estuviste en guerra 11 años y tienes que pagar lo que prometiste y al ejército que te sirvió, lo que un administrador sensato haría es reducir sus gastos y enfocarse exclusivamente en mejorar las condiciones de los servicios que ya se tienen y funcionan bien para dejarlos como máquina aceitada, para entonces invertir de manera mesurada en proyectos que traigan bienestar y crecimiento económico, para poco a poco irse liberando de esa deuda enorme que sólo le genera intereses y lo convierte en esclavo de otro, pero no, lo que hacemos cuando debemos la luz y no la podemos pagar, es contratar el servicio de Internet y televisión por cable, porque todos los demás lo tienen y nos justificamos diciendo que necesitamos el Internet para trabajar, y la TV por cable viene incluida.

Resulta que los gastos del ejército se convirtieron en una carga muy pesada para el naciente gobierno mexicano, y entonces decidieron acudir a los emprésitos exteriores, así se le dice al préstamo a los estados, y en 1822 Francisco Borja Migoni quien fue nombrado agente financiero de México en Londres , este personaje, que tenía intereses evidentemente que lo beneficiarían,  ya le había ofrecido al emperador Iturbide sus servicio para contratar un préstamo a Inglaterra y le había mandado estas líneas para convencerlo de la “necesidad” de contraer una deuda exterior: “La independencia de México adquirirá grande importancia siempre que hiciese un préstamo en Inglaterra, pues el pueblo que presta dinero a otro, lo mira con cariño y contrae interés por la duración de su independencia” (Cánovas, 1961)

Suspiro con una sonrisa mientras muevo la cabeza, no Señor Migoni, el pueblo que le presta a otro, no lo ve con cariño, lo ve como un negocio, y si no paga, como un siervo, esa es la gravedad del problema al que se enfrentaba el joven congreso de la nueva nación, que para resolver el problema de déficit permanente que no recaudaba lo suficiente  de la contribución directa, entonces recurrió a la Deuda Inglesa.

Las grandes esperanzas en la libertad de comercio no tardaron en ser traicionadas por la realidad, y otra vez parece que estoy leyendo el diario de esta mañana, porque los británicos no tardaron en dominar el comercio de mayoreo “de manta barata, hilaza, instrumentos y maquinaria, mientras que el de artículos de lujo se convirtió en coto francés”. (Escalante, García, Jáuregui, Vázquez, 2019)
Es inevitable, junto con la deuda adquieres responsabilidades, en particular si no puedes pagar, entonces el mercado mexicano fue invadido por españoles, franceses, ingleses y norte americanos.
Si la economía es dependiente de otros gobiernos entonces, la vida política tampoco alcanza la estabilidad, y entonces aparecieron plagas nuevas en México, como hormigas saliendo en primavera llegaron logias masónicas que favorecían el desequilibrio y que se infiltraban entre políticos, militares y la clases altas, y tras la llegada de la logia escocesa, Victoriano Huerta decidió  traer “equilibrio” invitando a la logia yorquina (Escalante, García, Jáuregui, Vázquez, 2019), una a favor de los intereses ingleses y españoles y la otra por supuesto a favor de los intereses norte americanos, de la segunda su doctrina expansionista era “América para los americanos”, (Miranda, 2015).

¿Y qué hace un país que lucha por mantener su libertad, que le costó la sangre de la mitad de su población en edad productiva?, frente a la amenaza extranjera que cada vez adquiere más propiedades y privilegios en una sociedad adolorida todavía por la guerra, pues hace lo que tiene que hacer, adopta el centralismo y finalmente la dictadura, y entonces no tardan en brotar personajes que debaten la constitución y en 1836, apareció la primera constitución centralista, los federalistas por supuesto la tacharon de “conservadora” aunque era de molde liberal. 


En 1822 México era el país más extenso de América, pero en una extensión de 4, 665 000 kilómetros vivían siete millones de habitantes (Cosio, Bernal, Moreno, González, Blanquel Meyer, 1974), y la guerra de independencia le había costado la vida a seiscientas mil vida, esto equivalía a la mitad de la población trabajadora. Nadie quería ir al norte y sin gente, eso fue una invitación para el despojo, esa parte de la historia te la cuento luego.


Un antiguo proverbio hebreo reza “El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece.” (Salomón, 2015) ¿Será que algún día aprenderemos esta lección, espero que sea antes que termine este siglo? Nos gastamos lo que no tenemos, y entiendo perfectamente que es necesario invertir, lo entiendo, pero a veces pienso, y no soy economista, este es sólo el comentario de una estudiante de historia, que terminamos sirviendo a dos señores y no sólo no amamos a ninguno, sino que acabamos aborreciéndolos a los dos.

Bueno, esta mañana revisé las noticias en mi correo, y leo esto en primera plana, “Banco Mundial presta mil millones de dólares  la 4T para afrontar estragos por covid-19” (Israel Navarro, 2020), estamos frente al riesgo de que miles de empresas cierren, millones de trabajos están en grave apuro de perderse, tenemos una pandemia mundial poniendo al límite nuestros servicios de salud, y la pregunta doscientos años después es para Iturbide, para Santana y para el congreso de 1822, ¿Qué hacemos? ¿Qué nos aconsejan hacer diferente? Porque seguimos haciendo lo mismo, sosteniendo lo insostenible, endeudándonos, debiéndole favores a otros, que “dicen que nos quieren”, y gastando el dinero que no tenemos en el internet y la TV por cable cuando debemos la luz.




“Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.”
Proverbios 22:7



  • Catalina Gómez Fonseca
  • Licenciatura en Historia
  • Instituto de Estudios Universitarios
  •  Tema: Desarrollar textos que respeten los conceptos de rigor científico y veracidad histórica.
  • Materia: (15) FUENTES Y TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA


Trabajos Citados:
  • Cánovas, A. C. (1961). Historia social y económica de México 1521-1854. México: Trillas.
  • Cosio, Bernal, Moreno, González, Blanquel Meyer. (1974). Historia mínima de México. México: Colegio de México.
  • Escalante, García, Jáuregui, Vázquez. (2019). Nueva historia mínima de México. México: El Coloegio de México.
  • Israel Navarro, S. A. (7 de Junio de 2020). Milenio. Recuperado el 7 de Junio de 2020, de BM presta mil mdd a la 4T para afrontar estragos por covid-19: https://tinyurl.com/yaqahklo
  • Miranda, E. D. (2015). El poder de la masonería. La sociedad secreta en las pugnas políticas del siglo XIX. Relatos e Historias de México, 80.
  • Salomón. (23 de Junio de 2015). Proverbios. En N. V. Internacional, Biblia (pág. 13:11). Vida.